Los canalones, aunque a menudo pasan desapercibidos, desempeñan un papel crucial en la protección de nuestra vivienda. Estos sistemas de drenaje están diseñados para recolectar el agua de lluvia y dirigirla lejos de los cimientos de la casa, evitando así problemas como humedad, filtraciones y daños estructurales.
Es por ello que debemos prestar atención a señales que indican que están atascados y es momento de limpiarlos o que su vida útil ya ha llegado a su fin y necesitamos sustituirlos. Desde JR Reformas respondemos a estas cuestiones.
¿Por qué son tan importantes los canalones?
- Protección de la fachada. Al desviar el agua de lluvia, los canalones previenen la erosión de la pintura y la aparición de manchas en las paredes exteriores.
- Prevención de daños en los cimientos. El agua que se acumula alrededor de los cimientos puede penetrar en la estructura y debilitar las bases del edificio, provocando grietas y hundimientos en los casos más graves.
- Protección del interior de las viviendas. Las manchas de humedad y moho en el interior de los pisos, además del perjuicio a nivel estético que suponen, también empeoran la salud de los inquilinos y la conservación de muebles, electrodomésticos y otros elementos.
- Conservación de la madera. En casas con elementos de madera es especialmente importante mantener alejada la madera. Unos canalones en buen estado impiden que la humedad se acumule y provoque que la madera se pudra.
¿Cada cuánto tiempo deben renovarse los canalones?
La durabilidad de un canalón depende de diversos factores, como el material de fabricación, las condiciones climáticas de la zona y el mantenimiento que se le brinde. En términos generales, los canalones pueden aguantar muchos años si se les cuida adecuadamente.
Por lo tanto, ¿cómo saber cuándo es necesario cambiarlos? Existen varias señales que indican que los canalones han llegado al final de su vida útil:
- Fugas. Si observas goteras o charcos debajo de los canalones, es probable que haya fugas y sea necesario reemplazarlos.
- Óxido o corrosión. Los canalones metálicos, especialmente los de hierro, pueden oxidarse con el tiempo. Si la corrosión es extensa, resulta más conveniente cambiarlos por completo que tratar de repararlos.
- Grietas o rajaduras. Estas pueden provocar fugas que deben solventarse lo antes posible.
- Obstrucciones frecuentes. Si los canalones se obstruyen con frecuencia a pesar de limpiarlos regularmente, es posible que estén deformados o tengan un tamaño inadecuado.
- Desprendimientos. En caso de que partes de los canalones se desprenden o están sueltas, es hora de reemplazarlos.
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